El incendio se desató en uno de los rascacielos icónicos del centro de Manhattan, causando una respuesta inmediata y masiva por parte de los equipos de emergencia. Las llamas, visibles desde varios puntos de la ciudad, se propagaron rápidamente por varios pisos del edificio, lo que obligó a las autoridades a desplegar todos sus recursos disponibles.
La policía y los bomberos de la ciudad de Nueva York han establecido un perímetro de seguridad alrededor de la zona para garantizar la protección de los transeúntes y facilitar las labores de rescate. Las imágenes muestran a las personas siendo evacuadas con la ayuda de equipos de rescate especializados, mientras los camiones de bomberos combaten el fuego con mangueras de alta presión y escaleras de gran alcance.
Hasta el momento, se desconoce la causa exacta del incendio, pero las autoridades han indicado que se llevará a cabo una investigación exhaustiva una vez que el fuego esté controlado y el área se considere segura. Testigos en la zona describen la escena como caótica, con humo denso que oscurece la visibilidad y sirenas que resuenan constantemente por las calles cercanas.

