En un conmovedor acto de duelo, Natalia, una chimpancé del Bioparc de Valencia, cargó el cuerpo de su cría fallecida durante varios meses, tratándola como si aún estuviera viva. Este comportamiento de apego emocional y luto fue respetado por el personal del parque, que permitió a Natalia decidir cuándo soltar finalmente los restos de su bebé, lo que ocurrió el 21 de septiembre, cuando los restos ya estaban reducidos a huesos y piel. Este fenómeno subraya que el duelo no es exclusivo de los humanos, ya que los animales también muestran una profunda capacidad para procesar la pérdida, lo que resalta la complejidad de sus emociones.

