La magnitud del desastre en Valencia es impactante, dejando un saldo trágico de 62 víctimas hasta el momento, tras la caída de entre 13 y 16 pulgadas de lluvia en solo 24 horas. Este fenómeno extremo, conocido como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), ocurre cuando una vaguada cerrada se establece en las capas altas de la atmósfera, atrapando aire frío que, al combinarse con el calor y la humedad, desata lluvias torrenciales y prolongadas.
Las autoridades locales y equipos de rescate han trabajado sin descanso para socorrer a los afectados, pero las complicaciones en el acceso a ciertas zonas han dificultado la labor, dejando aún áreas en espera de ayuda. Calles, viviendas y comercios se encuentran severamente afectados, y muchas infraestructuras han sufrido daños significativos.
La DANA es un fenómeno recurrente en España durante el otoño, pero las precipitaciones registradas en esta ocasión han sido extraordinarias, superando en varios puntos los registros históricos. A medida que se estabiliza la situación meteorológica, los equipos de emergencias continúan las labores de limpieza y rescate, mientras los ciudadanos de Valencia inician el arduo proceso de recuperación.

